Hay ocasiones en las que tenemos la necesidad de hablar, de decir algo que tenemos atorado, de compartir con el mundo las buenas nuevas, o simplemente de decir lo que pensamos.
Es por eso que servicios como los blogs o Twiter han tenido gran éxito, pues es donde muchos encontramos una forma de decirle al mundo lo que hay dentro de nuestra mente. Dicen que es más fácil expresarse así porque no es una persona física quien te escucha (o te lee más bien), sino una red invisible y sin rostro, aunque en realidad esa red esconde detrás a millones personas que pueden o no recibir tu mensaje.
Ahora, que pasa cuando la necesidad de decir algo no puede satisfacerse? Para mi por lo menos es frustrante. Si no tienes a alguien real con quien platicar sólo te queda la red, pero, y si esta te deja mal?
Eso me pasó hace algunos días, cuando tenía ganas de decir algo breve en el Twiter y éste estaba caído. Qué podía hacer? Escribirlo en mi blog? No creo, era una idea sencilla, no merece la pena tanto espacio. En Facebook? quizás, pero no me termina de gustar la idea...
El caso fue que de tanto pensar en eso, terminé olvidando la idea original, así que mejor me puse a darle forma este post.
1 comentario:
Una vez no sali de mi casa dos dias seguidos ni hablé con nadie en ese tiempo. Cuando finalmente me asomé a la calle quería yo hablar incluso con el perro que pasaba...
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