27 dic 2009

Reencuentros

No se si les haya ocurrido alguna vez, de volver a ver a alguien a te une un lazo muy fuerte, llamese sangre o amistad y a quien no veían desde hace mucho mucho tiempo.
A mi me acaba de ocurrir, y me doy cuenta de que esos lazos que nos unen trabajan de forma tan curiosa. Por un lado te das cuenta que la persona en realidad se alegra de verte, notas ese inconfundible brillo en la mirada. Pero al mismo tiempo, cuando comienzan a hablar, te das cuenta que los años que pasaron sin verse, no son nada, y que parece que hubiera sido ayer que se vieron por ultima vez, y que el tiempo y la distancia no son nada. 
Que gran diferencia con la costumbre, la mirada apagada y triste con la que recibimos a quienes nos rodean y tenemos cerca todo el tiempo. Si aprendieramos a no dar por seguras a las personas que nos rodean podríamos sentirnos un poco como esos reencuentros cada día 

1 comentario:

El caminante dijo...

Cierto Guayo. Quizá por estos quiero estos días convocar una reencuentro con amigos que no he visto en años