15 abr 2009

De viaje por la Perla Tapatía (parte IV)

Comenzamos el segundo día con una caminata hacia la catedral, una estructura imponente. De por si el estilo de los edificios coloniales de la ciudad es intimidante, con sus gruesas columnas, su piedra color gris, y su dureza, pero a la vez tan agradables a la vista.
A la salida de la catedral fuimos acosados por tres pequeñas niñas, no mayores de 5 años, que nos exigían una ayuda a cambio de unas etiquetas en forma de corazón que nos pegaban en el estómago (no alcanzaban más alto) mientras su madre las vigilaba atentamente, recostada en el quicio de la puerta lateral del templo.
Mi padre salió primero y las dos niñas más pequeñas corrieron hacia el, yo me rertasé un momento, pero fue un error, porque al darme cuenta ya tenía a la otra sobre mi. No hablaban, simplemente silenciosas nos pegaban las etiquetas y extendían su mano. Mi papá sacó una moneda y se la dio a la más grande, y en eso se desprende la más pequeña y corre también hacia mi, uniendose a su hermana en la insistencia para que cooperara. Lo peor es que yo no traía un solo peso, Como pude avancé hasta donde estaba mi papá (como a tres metros) para pedirle que me prestara unas monedas, pero las niñas más se afnaban en pedir, creian que me iba a escapar. cuando logré llegar a mi papá el me dió una moneda de 5 pesos, e inmediatamente la más grande estiró la mano para recibirla, pero la más chica no se me despegaba e insistentemente me mostraba su planilla de calcomanías y trataba de despegar otra, así que hice lo único que se me ocurrió... decirle -Se la llevó tu hermana!-  y en cuanto volteó a ver a la hermana, me escabullí hacia la acera de enfrente.
A dónde voy con todo esto? Muy simple, esta situación me hace refleccionar sobre dos cosas: Primero, que mientras más grande es una ciudad, más necesidad encuentras. Segundo, que la mendicidad se está convirtiendo en una forma de vida.
Pero pasando a otros temas, el resto del día fue muy movido, caminar y caminar todo el día en la expo. Ahí nos encontramos con mi primo Luis, al que no veía desde hace ya un buen tiempo, un buen muchacho. Estubimos platicando los tres aproximadamente unas dos horas. Me impresiona que sabe más que yo de campeche, de donde somos originarios los dos, claro que el tiene muchos amigos allá. Salimos prácticamente molidos dela Expo, por eso tras una breve visita al hotel nos fuimos por una deliciosa torta ahogada en "La Chata" y luego otra vez caminar y caminar, ahora por el centro histórico. En la noche tenía un antojo de frapé, y como había un Oxxo cerca salimos a comprarlo, pero oh sorpresa! el capuchino estaba más antojable, no solo el sabor poco común (rompope), sino por que son de Nestlé, por el tamaño, creo que una vez y media los del Oxxo de aquí, y por lo menos tres veces el capuchino grande de Nestlé y además 17 pesos... nada caro para mi, y la verdad estaba delicioso :D En mi próximo post narraré el último día en Guadalajara.


12 abr 2009

De viaje por la Perla Tapatía (parte III)

Tras instalarnos en el hotel nos dirigimos a la Expo Guadalajara, el centro de convenciones donde se realiza el evento de las imprentas. Es un lugar bastante amplio, lo suficiente como para que la empresa Hidelberg monte un centro de impresión de revistas que realiza desde el corte del papel hasta el engrapado del producto, cubriendo todas las etapas de la fabricación, menos el diseño, y eso es solo uno de los expositores. Así además están Ryobi, Afga, Fuji, Kodak y muchos otros grandes y muchos más stands con pequeños expositores. Vaya que caminamos, desde las 3 de la tarde hasta las 6. que en realidad no suena mucho, pero tomando en cuenta que no habíamos comido más que pan y café como a las 10:30 en el DF y no había tomado líquidos después del jugo de manzana en el avión, no se como no me desmayé. Eso si, la visita nos fue muy útil, ya que recorrimos el lugar y conocí un poco más acerca de la industria gráfica.
Al salir nos fuimos directo a comer al resturan "La Chata", en el centro... Vaya que es una delicia, Yo me comí un tremendo plato de pozole estilo jalisco (de pollo), el cual, la primera vez que lo probé, creí que no sabía a nada... que equivocado estaba, es un platillo delicioso, con mucho sabor, y acompañado con las ricas tostadas de la casa... mmmmmm
ya por último salimos a caminar un rato por el centro, a visitar la catedral, acechar tiendas, lo que aguantaramos, ya que estábamos molidos, pero eso si, contento de estar por ahí.
En el próximo post continuaré con mi relato :D


9 abr 2009

De viaje por la Perla Tapatía (parte II)

Llegamos a Guadalajara cerca de as 2 de la tarde, desde el aire el lago de Chapala es impresionante por su tamaño, y los alrededores, por el calor de la época lucen tan secos...
Llegar del aeropuerto al centro de la ciudad lleva alrededor de 30 minutos y se recorre lo que parece ser una zona industrial... Aún recuerdo mi primer viaje a Guadalajara, hace 8 años ya...
La entrada de la ciudad me dio miedo, se veía un sitio frío y sin vida, no reflejaba la vida y la calidaz que encerraba en el centro.
En esta ocasión me encontré con dos novedades, primero, que preparándose para los panamericanos de 2011 muchas calles, fuentes y parques se encontraban en reparación, y segundo, el "Macrobus", la versión tapatía del metrobús. son unos animalones impresionantes, dos camiones pegados. Sus paraderos también son muy llamativos, prácticamente son pequeñas estaciones. Reconozco que sigo siendo un provinciano, así que ese tipo de cosas me llaman la atención jejeje.
El hotel no es lo más lujoso, pero en realidad es bastante cómodo y bonito, además de que estaba a unas cuantas cuadras de la Plaza Tapatía, lo que nos permitiría pasear un rato al salir de la expo. También quedaba a unas cuantas cuadras del restaurant La Chata, punto de visita obligado en cada viaje que hemos hecho.
Ya por fin instalados comenzó nuestro paseo, el cual narraré en mi próximo post


7 abr 2009

De viaje por la Perla Tapatía (parte I)

La semana pasada estuve un par de días por Guadalajara, fui con mi padre a una Expo de imprentas. No lo puedo negar, la ciudad me gusta mucho, aunque solo conozco una mínima parte. Sus edificios coloniales son impresionantes, tan diferentes a los de la península...

Nuestro viaje comenzó el martes a las 6:30 de la mañana, llegamos a la ciudad de México y esperamos un buen rato antes de salir a Guadalajara. Aunque la sala B del aeropuerto (la de espera para vuelos nacionales) es grande, despues de un rato resulta claustrofóbica.

Eso si, no hay encierro que no se supere con una buena plática con mi padre, acompañada de un café grande y pan dulce (claro, pastel, hamburguesa, sushi u otra cosa comestible hubiera tenido el mismo efecto).

Eso si, el aeropuerto es el mejor lugar para conocer celebridades, y para muestra, un botón:


Más adelante les sigo desvariando jejeje.