20 sept 2009

Esas caídas que no duelen

Esas caídas que no duelen
Una cosa es romper la dieta, otra cosa muy diferente es masacrarla
como lo hice este fin de semana, eso si, el visto nadie me lo quita.
Mi madre nos invitó a comer a mi y aúna tía a un restaurante de
pescados y mariscos al la orilla del malecón en Campeche.
Tenía mucho tiempo que no comía en esa cantidad, ni siquiera la
ultima vez que fui a un bufette.
La comida, como ya mencioné en otra ocasión, es una forma de unir a
la gente, y en esta oportunidad no fue la excepción.
Desde la botana de sikilpal (pasta de semillas de calabaza para
quienes no lo conocen), frijoles colados y crema de ajo con pan
tostado y totopos.
La comida fue de lo mejor que haya probado. empanadas de marisco y
cazón, pulpo embizcochado y filete de pescado relleno de mariscos.
De postre comimos helados de yogurt de un supermercado cercano.
El desayuno de el día siguiente siguió por el mismo estilo, tortas de
lechón tostado de el mercado cercano.
Y finalmente la comida dominical, tostadas de seso como entrada ,
crema de chile poblano y pechugas rellenas de jamón y queso
acompañadas de brocoli estilo oriental.
De postre una deliciosa rebanada de un pastel que es mitad chocolate y
mitad cheese cake.
Que si tengo remordimientos? Si... Algo
Si me arrepiento? Para nada, las calorías son lo de menos cuando la
pasas tan bien, ya sea con tus amigos, tu familia, o incluso tu solo.
Total. Mañana comienzo la dieta de nuevo... Semana de pira fruta y
caminatas matinales :)


Enviado desde mi iPod

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