19 dic 2008

Otro marsupial en casa




Lo que me gustó de mi actual casa cuando la vi por primera vez, fue la pequeña piscina en el patio trasero, mitad alberca, mitad tanque. Todos mis conocidos me decían que no sabía en lo que me estaba metiendo, que era una esclavitud total.
Yo les demostré que no había problema. Todos los días limpiaba las hojas, le ponía su cloro y la aspiraban. Así fue por un par de años hasta el fatídico día "Z".
Un día que tuve puente en el trabajo, viajé a Campeche como es la costumbre, regresaría martes, directo al trabajo, y miércoles en la mañana pasarían a aspirar la alberca. La noche del martes estaba tan cansado que decidí no salir a recoger las hojas y pensé -total, mañana le dan su limpieza, no tiene caso.- y en cuanto al cloro, el flotador haría la tarea por mi. Grave error.
Me desperté temprano esa mañana y puntuales como siempre, a las 9:30 llegaron los limpiadores de piscinas. Amables como siempre comenzaron a montar su equipo cuando de repente veo una mancha parda en el fondo.
-Una rata!!!???.-
-Creo que es un zorro muerto-
-Me lleva!-
Ese día tuve que desaguar por completo la alberca para retirar el cadáver del marsupial visitante.

Por si alguien no lo sabe, el zorro se le llama en Yucatán al tlacuache o zarigüeya

Debo añadir que pasaron años, y un trabajo de pintura completo, antes de que le perdiera el asco a la alberca.

El año pasado la llené nuevamente gracias a mi hermano, que estaba empeñado en que su bebé nadara, pero no confiaba en la piscina del hotel. El lavó las paredes y el piso (tarea que yo repetí porque me seguía llegando el recuerdo del muerto), y después de varios intentos se llenó.

La temporada pasaba sin incidentes hasta que una mañana salgo y vuelvo a ver en el fondo otro zorro ahogado. Otra vez a desaguar y a tratar de vencer mis traumas...

Este año me preguntaban, vas a llenar la alberca? No me decidí a hacerlo, pero de nada sirvió. Nuevamente me tocó un puente y al regresar salo a ver que esté todo en orden y veo en el fondo de la alberca seca una cría de zorro toda tiesa.
La verdad me dio mucha pena, pues se debe haber dado un tremendo golpazo al caer.

A la semana, en un día de lloviznas constantes, Doña Mari, la señora que me ayuda con la limpieza, llega apurada, -cayó otro!.- Corro a cerlo y en efecto, otra pequeña cría llacía en el fondo. -Pero este está vivo.- aclaró

en esa ocasión sentí que me reivindicaba con la madre naturaleza, por fin pude rescatar a una de sus creaturas de una muerte segura, ya que con el clima el pequeño animal hubiera muerto de frío. Lo saqué delicadamente y lo puse en un lugar techado del patio. Lo demás era por cuenta suya.

A que viene todo esto? a que esta mañana me encontré otro zorro en el fondo de la alberca. Esta vez uno adulto, y esos si me dan miedo. Con mucho trabajo e ingenio logré sacarlo y lo dejé irse, aunque me pregunto, no será aquel zorruno que se cayó la vez pasada que pensó que ahora si tenía agua?

Esos animalitos me dan pena porque son seres incomprendidos, en realidad no causan gran molestia. Salvo romper la bolsa de la basura en busca de fruta o tirar las macetas. Ellos no son invasores en nuestras casas, nosotros somos quienes invadimos su hábitat, pero parece algo que no nos cabe en la cabeza. Se de gente que los mata y los tortura solo porque son feos. Si a todos los feos nos mataran solo por la apariencia, el mundo quedaría casi vacío.

El zorro actualmente se encuentra viviendo detrás de unas matas de sábila, y mantiene un blog llamado "Infografía y diseño"

1 comentario:

Anónimo dijo...

excelente historia Guayito. Podríamos incluso ponerte el sobrenombre de El Zorro