Hoy mi hermano puso un vídeo con fotografías viejas y no tan viejas. Es duro aceptar que los niños crecen tán rápido que a veces cuando nos damos cuenta ya han dejado de ser nuestros bebés para convertirse en personitas independientes. No tengo hijos, pero quiero a mis cuatro sobrinos como si fuera mios y ver esas fotografías me hace recordar esos pocos momentos que he podido pasar con ellos. Pareciera que fue ayer cuando los cargaba por primera vez, sus sonrizas y la mirada inocente que despierta al mundo. A todos los que tienen el privilegio de ser papás o mamás, sepan atesorar cada momento porque se nos van de las manos como la arena y un día sin darnos cuenta nuestros bebés son ya adultos hechos y derechos.
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