Y es que de mi madre aprendí que la comida no es solo el alimento que nos da energía y nutrientes, también es una forma de demostrar que las personas nos preocupan.
Cuando comencé a vivir por mi cuenta en otra ciudad, mi mamá comenzó a prepararme comidas congeladas para que no me quedara sin comer, pero también me di cuenta de a mi también me gusta preparar cosas. No soy un cocinero experto, pero me defiendo en la cocina. Lo más curioso es que disfruto más cuando esa comida no va a ser solo para mi.
Con el tiempo mi forma de pensar ha cambiado un poco y terminé relacionando la comida con la compañía, es por eso que cuando me siento solo termino comiendo más, y cuando estoy con amigos tiendo a pensar en comer.
Posteriormente mi obsesión se extendió al hecho de compartir la comida, no solo la preparada por mi, sino incluso la comprada, claro, cuando se puede.
Por alguna razón relaciono el compartir la comida con un gesto, desde la bandeja de pastelillos, hasta la pizza, lo importante es compartirla. Lo curioso es que me he dado cuenta de que la reacción depende de la persona, no todos piensan lo mismo, como pasa con todo. Como dicen por ahí, cada cabeza es un mundo.
4 comentarios:
los griegos, en el àgape, solìan elegir un tema que debatir durante la comida
la comida se volvio siendo un deliciosp pretexto de convivenvia y conversacion
No sabía eso de los griegos, pero se me hace una práctica muy interesante.
Mis metáforas suelen ser siempre con cómida, es algo universalmente compartido a pesar de su idiosincrasia.
Aunque a mí no me importa comer sola y cocinar solo para mí.
Compartida siempre es mejor si se riega bien ;)
Efectivamente mi estimada anónima. La comida es algo que compartimos en diferentes culturas, sin embargo conozco personas que les incomoda que les invites la comida, podría ponerme a jugar al doctor Freud y pensar en varios motivos, pero qué caso tiene. Mejor disfrutémoslo cuando se pueda y con quién se pueda. Gracias por tu comentario :D
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